29 de julio de 2011

Poniendo de nuestra parte



Cree que soy dios
que yo dispongo el clima, mi gato Benito
anda rogándome que haga lo necesario
para que refresque el día.

Yo a falta de otros poderes y por  distraerlo
le muestro cosas del youtube
vídeos de gatos que como a él les gusta el agua
y un ratito le entretiene esta magia.



Y no es hasta que me mira
como quien ve al ángel que desoye la plegaria
que apago todo y  me levanto.
Me sigue hasta la cocina con un trotecillo alegre
¡por fin! 
 oye el grifo llenando la vieja regadera.

Con las manos mojadas le acaricio
es el comienzo del juego:
la cacería del bicho alargado del agua,

girando las muñecas

para que él las persiga, bajo el sol

se materializan culebrillas en la transparencia.
Su negro pelaje brilla empapando
mientras manotea y muerde
el esquivo chorrillo de agua.

No sabéis cuanto me río
con este gato que persigue
las elipses caprichosas.


Después, cuando uno de los dos se cansa,
y suelo ser yo la primera,
 Beni "totemiza"  un rincón en sombra de la casa.




Con ojos de fieras satisfechas

 nos quedamos mirándonos

sin hacer nada más,

poniendo lo que tenemos de nuestra parte.

*