Aquí está la persona que necesito. ¡Hola, persona! No me oye.
Tal vez si existiera el futuro,
concreta e individualmente, como algo que un cerebro superior pudiera discernir,
el pasado no sería tan seductor: sus exigencias estarían equilibradas por las
del futuro. Entonces las personas podrían sentarse a horcajadas en el centro
del balancín cuando examinaran este o aquel objeto. A lo mejor sería divertido.
Pero el futuro carece de semejante
realidad (como la poseen el pasado que nos representamos mentalmente o el
presente que percibimos); el futuro no es más que una figura retórica, un
espectro del pensamiento.
¡Hola, persona! ¿Qué ocurre? No
tires de mí. No le estoy molestando,
de veras. Oh, de acuerdo.
Hola, persona… (por última vez, en voz muy baja).
Cuando nosotros nos concentramos en un objeto material, sea cual fuere su
situación puede provocar nuestra caída involuntaria en la historia de ese
objeto. Los principiantes han de aprender a deslizarse apenas sobre la materia
si quieren que la materia permanezca en el nivel exacto del momento. ¡Cosas
transparentes, a través de las cuales brilla el pasado!
Resulta especialmente difícil
mantener en un enfoque superficial los objetos artificiales o naturales,
inertes en sí mismos, pero muy utilizados por seres vivos despreocupados (usted
piensa, y con toda razón, en una piedra en la ladera de un cerro sobre la que
se han deslizado una multitud de animalillos en el curso de incalculables
estaciones): los principiantes atraviesan la superficie, tarareando alegremente
para sus adentros, y pronto se recrean con infantil abandono en la historia de
esta piedra, de ese brezo. Me explicaré. Una ligera película de realidad
inmediata se extiende sobre la materia natural y artificial, y quienquiera que
desee permanecer en el ahora, con el ahora, sobre el ahora, debe tener cuidado
de no romper esa película. De lo contrario, el inexperto taumaturgo ya no se
verá andando sobre las aguas, sino descendiendo verticalmente entre peces que
le contemplan asombrados. Más dentro de un momento.